En el mundo de la joyería al igual que en cualquier negocio encontrarás competencia. Es difícil no voltear a ver que están haciendo los demás, qué tipo de piezas ofrecen, sus precios, cómo es su servicio, pero eso es interminable y además agotador.
Estando en una expo de joyería viendo unas piezas con un proveedor estaba junto a mí alguien que también estaba viendo algunas piezas y comprando. Mientras seleccionábamos cada quien lo que nos gustaba al mismo tiempo platicábamos y nos pedíamos opinión, pero siempre trabajando porque los que conocen saben que no hay tiempo que perder en una expo. Intercambiamos nuestros teléfonos y, ya que cada una regresamos a nuestras ciudades seguimos en contacto.
Nunca voy a olvidar que ella teniendo más de 20 años de experiencia en esta industria se ha tomado el tiempo de escribir para felicitarme por mi trabajo. Es increíble ver personas con tanta experiencia, trayectoria y éxito que tengan la virtud de reconocer a otros, aconsejar e intercambiar ideas, experiencias y opiniones. Esto es de gran valor para mí y me deja una gran enseñanza.
Y es ella quien me recordó esta frase y me dijo: "El sol sale para todos, porque el éxito no es más que el resultado del trabajo y el esfuerzo de cada uno".
Al final creo que cada joyero y cada tienda, trae consigo su propia visión, sus habilidades únicas, su estilo y su sello personal. No existe un único camino hacia el éxito. Cada joyería tiene sus clientes, su estilo y su esencia. En lugar de competir podemos reconocer que los clientes de cada tienda buscan algo diferente y algo que solo ellos pueden ofrecer.
Hay un dicho que dice que siempre puedes aprender algo de los demás, sin importar su tamaño o trayectoria. El aprendizaje es un camino que nunca termina, y cuando lo recorremos con humildad, encontramos inspiración en los lugares más inesperados.
Que tu única competencia seas tú mismo para que no sea el ego quien te guíe, tratando de hacer mejor las cosas cada día y que tu camino en esta vida sea inspirador para otros.